martes, 3 de noviembre de 2009

La Espera




No te voy a decir que Yoga es una forma de vida, ni una creencia, ni una técnica, ni un método de crecimiento espiritual, ni un aprendizaje, porque Yoga es "lo que es", como la misma naturaleza del ser humano, y por tanto nada que perseguir, nada que descubrir, nada que lograr, sino sencillamente "ser", más allá de la turbulencia de las emociones, más allá de cualquier definición, la verdadera realidad. Y nos perdemos tanto en el camino...y confundimos las técnicas con el proposito, el medio con el objetivo...
Hay algo que me inquieta por la noche justo antes de perder la conciencia, y es el miedo a que toda mi vida pase por delante de mis ojos como una película en la que yo hubiera deseado que el argumento fuera otro, distinto y sincero. Encontrar el propósito de la existencia es el anhelo más profundo que esconde el corazón de cada mortal, y cuesta tanto darse cuenta...comprender en un pequeño instante que esa huida enloquecida hacia fuera de poco sirve y no hace sino retrasar el mismo momento del entender que, inevitable y sencillo, termina por florecer, y ese amanecer, ese pararse sólo es la primera piedra en el pilar del templo de la alegría, la auténtica alegría presente en la belleza de lo cotidiano, en la sencillez de las pequeñas cosas.
Una mañana temprano te levantas y al caminar entre los árboles de los recuerdos descubres que algo ha cambiado, que no eres el mismo de ayer, que algo empieza a moverse dentro - y a removerse - y deseas continuar la experiencia, alargarla e integrarla hasta que toda tu existencia se impregne del aroma perfumado de la verdadera esencia de la vida, que tanto tiempo buscabas sin caer en la cuenta de tu propia miopía, y sientes la Unidad, el Yoga dentro y fuera de tu propio ser, por todas partes, en cada pequeño acontecimiento, y deseas compartir esa dicha con quien se acerque buscando lo mismo que tú buscabas. Y no hay quien enseña, quien muestra y quien recibe, porque no hay nada sino "lo que es", y eso es tan grande, tan infinito que no puede expresarse, tan sólo esperar que el Yoga florezca en el corazón del amigo, y el yoga se transforma en una espera compasiva y amorosa.

www.pranaescueladeyoga.com


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