miércoles, 4 de noviembre de 2009


En mi corazón canta una flor

que no ha sido abierta por mano alguna;

su canción no es menos dulce

que el llanto de un niño atravesando la noche,

de rosa y dorado.

Gota de amor en cada estrella

resonando contra mi pecho, lleno de amor,

rebosante y desbordando con cada nota.

La melodía sin principio ni final

entonando la dicha de un nuevo alumbramiento...

...para comenzar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario