domingo, 23 de enero de 2011

jueves, 16 de diciembre de 2010

Regresando a casa


Hace casi un año ya que no publico nada en este blog que nació como una posibilidad de expresión desde la libertad y la creatividad. Muchas cosas han sucedido, cómo no, en este tiempo: cambios, pérdidas, ganancias, encuentros, mudanzas, desilusiones y esperanzas, adioses y hastaprontos...Como si la Vida me hiciera ver de la manera más clara y evidente que no es posible permanecer aferrado a nada, que todo cambia, que el maravilloso río de la Vida fluye sin cesar aún a pesar de nuestros pobres intentos por controlarlo todo, por manipularlo todo en base al miedo ( virgencita que me quede como estoy...).
Y uno se agarra con uñas y dientes a aquello que conoce en la ignorancia de lo que vendrá después, en la infantil creencia de que es posible sujetar la fuerza de la Vida para no hacernos daño al dejarnos caer, sin darnos cuenta de que quizá unos metros más hacia delante la temida cascada se convierte en remanso de aguas tranquilas, de que el abismo aparentemente insondable es sólo un espejismo, un engaño de nuestra propia visión limitada.

Y ahora aquí estoy, un año después, conociéndome mejor, comprendiéndome mejor, respetándome más, amando más, viviendo más...consciente de que el camino continúa y de que si uno se abre desde la gratitud por lo que tiene, la Vida te trae más y más regalos, tantos que ni puedes imaginar. No hay limitaciones en un mundo de infinitas posibilidades. Somos nosotros mismos los únicos que nos autolimitamos y nos creemos no merecedores de tanta dicha.

Desde aquí doy gracias con todo mi corazón por cada regalo recibido durante este tiempo, por cada sonrisa, por cada abrazo, por cada caricia, por cada beso, por cada encuentro, por cada viaje, por cada canción, por cada palabra, por cada luz en el camino, por cada árbol donde descansar y recuperar fuerzas, por cada deleite, por cada aprendizaje...

Prometo no dejar pasar tanto tiempo la próxima vez, prometo acudir a este espacio más a menudo para compartir, contigo que me lees, todo aquello necesite ser expresado...

Un abrazo de luz

martes, 29 de diciembre de 2009

A través de la eternidad


A través de la eternidad

La Belleza descubre Su forma exquisita

En la soledad de la nada;

coloca un espejo ante Su Rostro

y contempla Su propia belleza.

Él es el conocedor y lo conocido,

el observador y lo observado;

ningún ojo excepto el Suyo

ha observado este Universo.


Cada cualidad Suya encuentra una expresión:

la Eternidad se vuelve el verde campo de Tiempo y Espacio;

Amor, el jardín que da la vida, el jardín de este mundo.

Toda rama, hoja y fruto

revela un aspecto de su perfección:

los cipreses insinúan Su majestad,

las rosas dan nuevas de Su belleza.


Siempre que la Belleza mira,

el Amor también está allí;

siempre que la belleza muestre una mejilla sonrosada

el Amor enciende su fuego con esa llama.

Cuando la belleza mora en los oscuros vallecitos de la noche

el Amor viene y encuentra un corazón enredado en los cabellos.


La Belleza y el Amor son cuerpo y alma.

La Belleza es la mina, el Amor, el diamante.

Juntos han estado

desde el principio de los tiempos,

lado a lado, paso a paso.


Deja tus preocupaciones y ten un corazón completamente limpio,

como la superficie de un espejo que no contiene imágenes.

Si quieres un espejo claro, contémplate

y mira la verdad sin vergüenza, reflejada por el espejo.

Si se puede pulir el metal hasta asemejarlo a un espejo,

¿qué pulido podría necesitar el espejo del corazón?

entre el espejo y el corazón ésta es la única diferencia:

el corazón oculta secretos, pero el espejo no.


RUMI

sábado, 19 de diciembre de 2009

jueves, 5 de noviembre de 2009

La práctica del Yoga debería ayudarnos siempre a simplificar nuestra vida. Meditar no es algo complicado, significa volver al momento presente, donde realmente sucede todo. La meditación es un estado natural del ser humano; las técnicas representan un medio para recuperar ese estado, pero no el único; la propia vida se convierte en nuestro mejor maestro de meditación.
Recuperar el silencio interior, centrarse en el aquí y ahora para ser cada vez más conscientes, para “ darse cuenta “, esta es la base de las distintas técnicas de meditación que todas las tradiciones de crecimiento personal enseñan desde siempre. La meditación no es exclusiva del Yoga; sin embargo, la práctica constante nos hace volver una y otra vez al momento presente, desde la observación de la propia respiración, de las sensaciones durante y después de cada postura, etc.
La meditación nos permite crear ese pequeño espacio para actuar en lugar de reaccionar, desde nuestro centro. Todas las respuestas están dentro de nosotros, todas las cualidades, aquello que hemos de aprender en este momento concreto.
Meditar se convierte a menudo en una especie de limpieza con el fin de ir descorriendo los velos que nos separan de nuestra auténtica realidad, para desde allí actuar en el mundo, compenetrarnos en relación íntima con él y con los demás. Esto tan sencillo y natural se convierte a veces en tarea dura; son años de respuestas compulsivas, de dejarnos llevar por la inercia, y además, la práctica meditativa no siempre es agradable, esto es un gran error, porque todo crecimiento comienza por ver lo que hay, y muchas veces no nos gusta lo que vemos. Meditar es pararse un momento y decir: ¿ Qué estoy haciendo con mi vida ? ¿ Hacia dónde me lleva todo esto ? Desde estas preguntas capaces de romper las cadenas de nuestros hábitos, las técnicas de meditación que nos propone el Yoga nos muestran cómo volver a abrir lentamente el sendero hacia el corazón de nuestro ser.
Pero, ¿ cómo saber si avanzamos, si nuestra práctica nos acerca más y mejor al mundo o nos aleja de él ? Lo sabremos en nuestro día a día, nos sentimos mejor, o por lo menos entendemos mejor por qué estamos mal, ya no culpamos a la vida de nuestras desgracias, las aceptamos con amor y ganas de aprender, vemos el lado positivo de todo lo que sucede, vivimos el presente en su auténtica realidad, sin fantasías; brotan en nosotros cualidades como el amor y la compasión, la alegría, el valor, la confianza, el entusiasmo...todo a su debido tiempo y casi sin darnos cuenta, porque el sendero de la propia evolución es un aprendizaje siempre ascendente, con pequeñas o grandes recaídas de vez en cuando. Como decía cierto monje al relatar la vida que llevaban en el monasterio: Nos caemos y nos levantamos; nos volvemos a caer y nos volvemos a levantar.

miércoles, 4 de noviembre de 2009


En mi corazón canta una flor

que no ha sido abierta por mano alguna;

su canción no es menos dulce

que el llanto de un niño atravesando la noche,

de rosa y dorado.

Gota de amor en cada estrella

resonando contra mi pecho, lleno de amor,

rebosante y desbordando con cada nota.

La melodía sin principio ni final

entonando la dicha de un nuevo alumbramiento...

...para comenzar.